Las venas superficiales, que están más cerca de la piel, a menudo se vuelven visibles y sobresalen en áreas como las manos, brazos, piernas o incluso la frente durante la actividad física.
Estas venas dilatadas dificultan el retorno de la sangre al corazón, lo que provoca síntomas como dolor, hinchazón, sensación de quemazón, pesadez en las piernas y calambres. Estos síntomas ...