18 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. 2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. 3 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos.

1 Escuha mi grito, Señor, atiende a mis clamores, presta atención a mi plegaria pues no hay engaño en mis labios. 2 Dicta tú mi sentencia, pues tus ojos ven lo que es recto. 4 No he pecado en palabras, como pecan los hombres; he guardado las palabras de tus labios, y seguido las sendas del Soberano.

may your eyes see what is right. my mouth has not transgressed. through what your lips have commanded. my feet have not stumbled. turn your ear to me and hear my prayer. those who take refuge in you from their foes. from my mortal enemies who surround me. and their mouths speak with arrogance. with eyes alert, to throw me to the ground.

17 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño. 2 De tu presencia proceda mi vindicación; Vean tus ojos la rectitud. 3 Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste; He resuelto que mi boca no haga transgresión.

En el primer versículo de este Salmo 17, leemos: "Oye, Señor, una causa justa; atiende a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño". Tenemos entonces ante nosotros una oración de David quien, al ser perseguido por el rey Saúl se encontraba en un grave peligro.

1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño. 2 De tu presencia proceda mi vindicación; Vean tus ojos la rectitud. 3 Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste; He resuelto que mi boca no haga transgresión.

1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño. Vean tus ojos la rectitud. He resuelto que mi boca no haga transgresión. Yo me he guardado de las sendas de los violentos. Para que mis pies no resbalen. Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra. De los que se levantan contra ellos.

1 Ouve, Senhor, a justiça; atende ao meu clamor; dá ouvidos à minha oração, que não é feita com lábios enganosos. 2 Saia a minha sentença de diante do teu rosto; atendam os teus olhos à razão. 3 Provaste o meu coração; visitaste-me de noite; examinaste-me, e nada achaste; propus que a minha boca não transgredirá.

– 17 Lá do alto ele estendeu a sua mão * e das águas mais profundas retirou-me; – 18 libertou-me do inimigo poderoso * e de rivais muito mais fortes do que eu. – 19 Assaltaram-me no dia da aflição, * mas o Senhor foi para mim um protetor; – 20 colocou-me num lugar bem espaçoso: * o Senhor me libertou, porque me ama.

Eu vos amo, ó Senhor! Sois minha força. Minha rocha, meu refúgio e Salvador! Sois meu escudo e proteção; em vós espero! Invocarei o meu Senhor; a ele a glória! E dos meus perseguidores serei salvo! Viva o Senhor! Bendito seja o meu rochedo! E louvado seja Deus, meu Salvador! E mostrais misericórdia ao vosso Ungido!